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1.3.12

La peste escarlata

 Cada artista tiene un repertorio de formas que va puliendo a lo largo de su vida. 
Cuando abordo un nuevo libro, ese texto propone nuevas perspectivas, su poética me inspira otras búsquedas, otras combinaciones. Tal vez esta manera de encarar cada obra me aleja de una actitud “profesional”.
Con La peste escarlata sentí imprescindible el uso del color, para lo cuál recurrí al pastel, los lápices, el carbón y la tinta. También usé xilografías y algún collage. 


Hice varias versiones hasta encontrar el tono que necesitaba, invertí acá mas de un año de tiempo, el resultado son un buen número de dibujos. Después seleccioné los que publicaría.
 Un libro tiene su particular lenguaje, es el resultado de la confluencia de mucha gente.
 En este caso es interesante el aporte del diseñador, Sebastián Garcia Schnetzer tuvo una muy buena idea en cuanto al ritmo que imprimió al montaje de los dibujos.
Ahora el libro está en la calle, ya no nos pertenece.


5 comentarios:

Rodolfo Fucile dijo...

Excelentes, maestro. Y muy bueno lo que contás sobre las relaciones entre dibujo y literatura (es un asunto que me quita el sueño). Una vez que te visité en tu taller tenías sobre el tablero una especie de storyboard gigante de un libro que estabas preparando (no recuerdo cuál), donde había un boceto minúsculo de cada página. En aquel momento me llamó la atención, pero no se me ocurrió preguntarte si en verdad respetás algo de esos lineamientos previos a la hora de ilustrar un texto, porque al ver tus libros editados siempre me da la impresión de que todo surge a través de la improvisación, en el papel. Para colmo después seleccionás los dibujos y decidís el orden de publicación. Entonces, ¿queda alguna huella de ese story primigenio?

Un abrazo grande.
Rodolfo

luis scafati dijo...

Amigo Rodolfo
el texto a ilustrar es el motor que me tiene que dar ideas. A medida que me meto en el van surgiendo, entonces me imagino el libro. Ahí es cuando aparece esa especie de story, que después, en el fragor del combate sufre modificaciones.
Un poco como sucede en el Jazz, la improvisación es parte de mi trabajo.
Pero en los cimientos del laburo terminado está todo lo que hice antes.
Un abrazo

Juan Álvaro dijo...

Creo que la improvisación, el riesgo, son elementos fundamentales que cuando se pierden hace que la obra se resienta.

¿Es impertinente preguntar en qué consistía la idea del diseñador?

Estaría muy bien otra edición con todos los dibujos descartados...

Puñetera crisis, no sé si me permitirá hacerme con un ejemplar.

Un abrazo, Luis.

luis scafati dijo...

Hola Juan Alvaro, e vero, la crisis pone límites por todos lados.
En cuanto a tu pregunta es interesante como agrupó el diseñador los trabajos, dando por momentos una sensación de secuencia.
Además de la excelente tipografía y otros méritos.
Un abrazo.

Erandi Carranza dijo...

¡¡Qué buenas ilustraciones!!No dejo de sorprenderme. Sus dibujos me caen tan bien.